miércoles, 5 de diciembre de 2018

Poesía de los 1440 días


Mi amor me causa dolor,
de vez en cuando acude a mi lecho,
a llorarme extasiado su admiración,
de vez en cuando, vuelve confundido pidiendo perdón.
Mi amor me causa dolor,
algunas veces, cuando ya lo había entregado todo,
se sostiene rogando más,
Otras veces me propone convencido, ideales que no logro imaginar,
me habla de futuro y el porvenir,
sin embargo no ha hecho nada por permanecer en el mío.
Mi amor me causa dolor,
cuando le había entregado hasta los huesos, me beso el alma,
y me rezó mil versos
jurando que me amaría eternamente, para luego
entre marcharse y quedarse, y clavarme en el pecho,
la eterna duda de su amor.
Mi amor me causa dolor, y no comprendo cómo,
pero me ha convencido de entregarme,
tal cual cordero en sacrificio,
vertiendo a penas unas lágrimas, segura
de que alguna vez, capaz corresponda a tanto amor
que he entregado, sin darme cuenta quizás,
o tal vez intentando segura, que si más entregaba,
más amaría.
He caído, ciega ante las espinas del amor, que de vez en cuando sangra, pero otras te besa las heridas,
y te justificas a ti mismo, el daño que te han hecho, por tan solo,
no alejarte de tu martirio.
Mi amor me causa dolor,
y termino diciendo lo siento, cuando quien lo siente verdaderamente soy yo,
No abandona mis pensamientos, y pensarlo arma un nudo en la garganta, y entre lágrimas y algo de rabia,
sigo confiada, de que aunque mi amor me cause dolor, todavía me ama.
Y en la soledad comprendo, que mi amor, no va lograr amarme nunca, y aunque justificaciones y pretextos siempre nace de sus palabras, por alguna razón ilógica, yo seguía acudiendo a sus brazos, y llamando a su pecho hogar.
Me juzgaron y condenaron, seguros de que lo mío, no era mas que puro masoquismo, sin embargo, esta es la cruz de quienes amamos apasionadamente, hasta entregarnos en vida el alma por quien amamos, a pesar de sus decepciones, errores y fallas, amamos aunque duela, y seguimos amando un poco más, confiamos en que las personas tienen mejores versiones de sí mismas, y aunque juramos que queremos reciprocidad, seguimos entregando de más.
Mi amor me causa dolor, y lo sé, sin embargo, no sé amar de otra manera, en la que me encuentro finalmente vacía de mi misma, llenando vacíos del otro hasta consumirme un poco más.
Mi amor me causa, dolor, y quizás, tal vez pena y rabia, sin embargo, no me he arrepentido de amar de esta manera.
Sofia Alvarenga Giosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario