Smag
viernes, 11 de julio de 2025
Respuesta a Augurio de Muerte, 2025
jueves, 19 de junio de 2025
Advertencia: mi pluma está filosa. "Lo que no te enseñan los libros sobre las Residencias Médicas en Paraguay"
Recuerdo, como si fuera ayer, mi primer año de residencia. Mi corazón estaba cargado de ideales, ilusiones y un férreo patriotismo. Haber atravesado el sistema de exámenes del CONAREM ya había sido un desafío enorme. Pensaba: “Estoy preparada para la residencia. No vine a perder el tiempo, vine a aprender. Sé que será difícil y pondrá a prueba todos los rincones de mi humanidad, pero estoy lista”.
Claro está que cada residencia guarda su propia dificultad, y mucho depende de cómo se desenvuelven sus propios miembros: jefes, co-residentes y superiores. Aprender a construir el vínculo con los pacientes, con sus familiares, dominar la ciencia propia de mi especialidad, sobrevivir a las guardias... Esa gente terminó convirtiéndose en mi familia.
Reconozco que el primer año fue aún más desafiante de lo que imaginé. La mayoría no dimensiona que, si no se trabaja en equipo, el sistema público está diseñado para devorar alma y cuerpo del residente. La irresponsabilidad de un miembro del equipo se subsana sobrecargando a otro. Ya nos lo habían advertido, aunque jamás se sintió tan real como ese primer año. Fue un año duro. Sin embargo, no tenía aún la pericia para mirar más allá del sistema, para entender que mi altruismo y mi deseo de servir, más adelante, se volverían mis peores enemigos.
El segundo año fue revelador. Uno asume una leve posición jerárquica, un rol de guía hacia los nuevos residentes. Algunos se convierten en faros: iluminan el camino, ofrecen dirección, consuelo, sentido. Otros, en cambio, se transforman en tormentas.
Bien dicen que basta un poco de poder para revelar la naturaleza del corazón humano. Sin embargo, esa jerarquía ficticia, impuesta para mantener un supuesto orden, no fue lo más revelador. Lo más desafiante fue caer en cuenta de que muchos especialistas estaban muy lejos de aquel ideal que imaginaba. Algunos, quizás ya presos del sistema… o de sí mismos.
He conocido personalidades pintorescas:
Desde aquellos que creen que un grito impone respeto, y viven con un conflicto interno constante, percibiendo amenazas en cada mirada, en cada gesto.
A quienes carecen de sabiduría para la introspección, y desprecian la lectura o la actualización, jactándose de poder diagnosticar "a ojo", como si la ignorancia y la negligencia fueran medallas de honor.
He conocido colegas sin empatía, incapaces de acompañar procesos humanos, ni de consultantes ni de compañeros.
Y he visto cómo algunos arrastran la inmoralidad de sus vidas privadas al ámbito profesional, armando espectáculos que ellos mismos insisten en mantener vivos, sedientos de luces, aplausos o lágrimas… lo que sea para mantener su teatro en pie.
He conocido la corrupción, el silencio, las lágrimas… y la muerte.
Como decía, el segundo año fue revelador. Me mostró la crudeza de un sistema donde muchos, ingenuos o ambiciosos, caen seducidos por la comodidad del trabajo mediocre, el desinterés ético, o el espectáculo del chisme. Sobrevivir también significó enfrentar a esos “Vejestorios”, jóvenes solo de edad, con almas podridas tal vez desde tiempos de dictadura, que aún creen que la opresión, el maltrato o una voz en trueno son formas válidas de imponer respeto. Les falta mucho para siquiera comprender el verdadero significado de esa palabra.
Aun así, ese año me permitió también conocer profesionales con todas las letras. Personas que entienden el servicio humano detrás de cada palabra, detrás de cada intervención. No necesitan validación externa: poseen la experticia en su ciencia y la calidez para transmitirla. Qué bella es la humildad y serenidad que habita en esas almas. Ellas me mostraron el camino que quiero seguir.
El tercer año continúa sorprendiéndome. El observador —yo— ya no lleva los mismos lentes, por lo que cada experiencia se vive desde otra mirada, desde otra conciencia. Y aunque aún quedan desafíos, dejo un consejo a los novatos que pisan por primera vez este sistema:
''La residencia es solo una etapa, no es tu vida entera''
Pero hay días en que parece tragárselo todo.
Te va a sacudir las certezas, desbordarte el alma,
y enfrentarte a un sistema que muchas veces no quiere salvar,
solo sostenerse.
Vas a sentir rabia, impotencia, soledad.
Y aún así, vas a quedarte.
Porque hay algo que sigue ardiendo dentro tuyo,
algo que el cinismo todavía no logró apagar..
Te va a romper. Más de una vez.
Y aun así, cada pedazo roto puede volverse filo.
Y si al final de todo esto salís con menos fe en el sistema,
pero más fe en vos mismo, entonces sí: sobreviviste.
Y lo hiciste sin traicionarte.
Eso no lo enseñan los libros.
Eso lo enseñan las cicatrices.
Porque el sistema no siempre premia a los justos,
pero nunca podrá apagar del todo, la llama de quien arde con sentido
martes, 10 de junio de 2025
Entre Malezas y Reflexiones
Entre malezas, y reflexiones
Es junio, segundo día de
vacaciones, saco la basura y me encuentro con la no tan grata sorpresa que nuevamente
me robaron la bolsa de basura, pienso: ‘’ Estas experiencias me las perdería si
viviera en Europa’’, -y no crean que no me lo he planteado seriamente- no obstante,
probablemente como un mecanismo de defensa al trauma, he aprendido a reírme de
todos mis infortunios, luego noto, que el árbol que se encuentra al lado del
basurero, está cubierto de malezas, botellas de cerveza, y más basura, suspiro,
con tal profundidad, que , seguramente me descontaron 1 año de vida. Ese día, tenía
planeada una serie de actividades muy importantes para quién comienza sus tan ansiadas
vacaciones, cómo leer un libro pendiente, terminar algunas tareas relevantes, y
salir con unos amigos, pero reconozco que, también soy de las personas que,
cuando se instaura una idea en mi cabeza, es casi imposible arrancármela.
Me dispuse, escoba, palita,
y una desmalezadora manual, con la cual poca experiencia había tenido, a
limpiar aquel espacio, abandonado. Encontré una mina de insectos, restos orgánicos,
botellas, y unas lagartijas (conste que amo las lagartijas, pero en ese momento
me encontraba exhausta como para admirarlas). Con la desmalezadora no obtuve éxito,
por lo que manualmente arranqué todas las malezas, en ese momento, y por mi
falta de pericia en el tema, solo me dispuse arrancar todo lo que encontraba
con las manos de raíz, me sentí reflexiva.
Al momento, observaba
principalmente (quizás por la humedad del suelo, la riqueza orgánica del mismo,
debido a que por encima se coloca la basura, y otra suerte de circunstancias),
crecían dos tipos de malezas principalmente, una similar a un diente de león,
con una flor amarilla al lado, y hojas ovaladas, y otra muy resistente, que
parecía ‘’quebrar las baldosas del piso’’, a medida que levanto las baldosas,
más la encontraba a aquella incorruptible maleza, en redes, con pequeñas flores
en tono rojizo, y sus raíces aún mas ramificadas, subterráneas, y cuando más me
disponía a arrancarlas, parecían aparecer entre las grietas, en redes, como
diciéndome ‘’No nos vencerás’’, de un momento a otro, poco me importaba la
gente que estaba pasando por la vereda y pensé en voz alta ‘’Pero cuál es tu
función en el Universo, te crees invencible’’.
Al terminar mi arduo
trabajo, y conste que lo termine a medias, porque me quedaba dos cántaros más,
invadidas por estas ‘’Malezas’’, observe fijamente aquel espacio verde, y casi
amenazante dije para mis adentros, ‘’Otro día,les tocará a ustedes’’.
Ingresé a casa, con una sensación
de victoria incompleta, y me dispuse a investigar respecto a estas ‘’Malezas’’,
porque realmente quedé con la duda de su función en el ecosistema, y sentía
que se habían burlado de mi apellido ‘’Sapiens’’ en la cadena evolutiva, y para
mi sorpresa, efectivamente, me habían burlado por lejos, Euphorbia
rastrera, Hierba de la golondrina. En algunas culturas, se ha usado
diluida para tratar verrugas, hongos o afecciones cutáneas (por su látex
cáustico). Algunas especies de Euphorbia contienen
compuestos con potencial antimicrobiano o antitumoral.
Hypochaeris radicata (falso
diente de león), flores amarillas y hojas en roseta, atrae abejas y mariposas,
raíz pivotante, que airea la tierra y extrae nutrientes profundos como potasio,
hojas ricas en hierro y antioxidantes, amargas pero nutritivas (comestible).
En definitiva, en todos los
foros, y consultas con expertos, sugieren, que no sean eliminadas por completo,
si no son un problema estético, y dejarlas en zonas no transitadas para apoyar
la biodiversidad. Al final pareciera que todas tienen una función como
polinizadoras, o medicinales, en estudio.
Quede reflexionando respecto
a esa realidad, según afirmaba Friedrich Nietzsche, la moral tiene
criterios estéticos, caemos casi inconscientes ante esta premisa, casi
amenazante con aquello que no encaja con nuestros estándares, y no solo con lo
que nos es desconocido, si no, estético. A veces, en la vida nos falta frenar,
y analizar(nos), preguntar(nos), y re(plantearnos), ¿Quién dice que las ‘’Malezas’’
no tienen sus bondades?
viernes, 12 de noviembre de 2021
Un día especial
Y de pronto me encontré llorando,


martes, 1 de diciembre de 2020
El verdadero, 23 y mi exilio, reflexiones
Un 14 de septiembre del 2015, el año que tenía el alma tan rota como cuando la muerte tocó la puerta de mi vida, escribí ''23 y mi exilio'':
lunes, 27 de abril de 2020
AUGURIO DE MUERTE
me tomaban por la espalda,
una mano que cubría por entero mi cuello,
Y escuché de pronto, mi respiración agonizante,
Como no cedí,
me doblegó de rodillas,
No supliqué, y cuando al fin me sometió,
lo recordé por completo,
Yo conozco a la muerte, mi querida amiga muerte.
Un día la vi, en el último abrazo de una persona que amé,
de pronto, la habitación se lleno de oscuridad,
''Oh que lástima me das pequeña'', susurró
Yo no necesito de lástima, replique
Ella sonrío, paciente, tenía mucho tiempo,
Llevó mi mano sobre el cadáver tibio frente a mi,
Y ahora ¿aún la amas?, me pregunto en burla
Siempre, y lloré
Por eso, pequeña, lástima, si dejases de amar, yo te quitaría el dolor.
Nunca, respondí segura
Muerte lanzó una carcajada, Yo no estaría tan segura,
de ahora en adelante te llamare lástima, tu amor solo me causa lástima.
El tiempo paso, el dolor me había hecho olvidar,
Encontré a muerte sentada nuevamente a mi lado,
ahora sonreía aún mas,
Yo solo estaba pensando
Cuánto tiempo lástima, como se siente ahora, a ellos también los amaste
No respondí
Es una pena, encontrar el engaño en toda tu sangre, como un cáncer en tu apellido,
Es una pena, lástima, sé que también los amaste mucho, ahora,¿ me dejas quitarte tu dolor?
Déjamelo de nuevo por hoy, respondí
Muerte se alejo sonriendo, y susurró ''Te volveré a ver''
Cuando volvió muerte, me encontró esta vez llorando,
Es una pena, lástima, ahora descubriste la traición de la familia que elegiste, los besos de judas de tus amigos, y todas las promesas que te juraron en vano, el amor que te juraron y el altar se ven lejanos.
Es una pena lástima, entregaste a todos partes tuyas que ya no volverán jamas
Sé que también los amaste mucho, ahora, ¿me dejas quitarte tu dolor?
Déjamelo de nuevo por hoy, respondí.
Muerte se alejo sonriendo y susurró, ''Yo siempre estoy aquí''
Muerte volvió otra vez, me encontró devastada,
Es una pena lástima, ahora descubriste que aunque la sangre no sea agua, ellos te venderían por un poco de su conveniencia, volviste a elegir una familia en tus amigos, y éstos no dudaron en hablar de ti, en ganarse tu confianza y en el momento que te mostraste vulnerable, te abandonaron.
Sé que también los amaste mucho, ahora, ¿me dejas quitarte tu dolor?
Déjamelo de nuevo por hoy, respondí
Muerte se alejo sonriendo y susurro, ''Falta poco''
Volvió una vez más,
Es una pena lástima, esta vez se llevaron todo lo que creías de valor, tu honor, tu identidad, te calumniaron, te juzgaron, y aunque sabían que tenias razón te entregaron como cordero en sacrificio, siempre te lo he mencionado, si no los hubieras amado tanto, yo te quitaría el dolor.
Todos tus amigos y familia te decepcionaron, tus planes no resultaron,
¿Que más te queda, lástima?
Solo quedo YO, respondí,
Lástima, ahora es el momento.
Cuando tome la mano de muerte, que siempre creí fría, era realmente cálida,
beso mis mejillas,y mis ojos llorosos.
Cuando me di cuenta, yo solo estaba durmiendo.
Pero luego dije,
¿A caso, todas las otras veces, no he muerto? de mil maneras, con la persona que ame y se la llevaron, asesinada por mis amigos cercanos y sus calumnias y mentiras, por gente desconocida que dice conocer mi vida, por las puertas que me cerraron sin antes escuchar mis proyectos, por sus prejuicios y acusaciones, acusaron mi moral, mi integridad, mi dignidad, mi cuerpo, mi personalidad, no haya nada en mi que no haya sido abusado antes, acaso,¿ todas esas veces yo morí?
Y en ese momento, solté la mano de muerte, y me arme de valor,
No moriré hoy, ya te he conocido en todas las veces, y he muerto y renacido una y otra vez,
es cierto, entregué partes de mi que no volverán, he cambiado, me he adaptado,
pero siempre, he resurgido, de mi propia miseria, y de mi abismo.
No voy a morir hoy,
No voy a morir con porqués, sueños fallidos, dolor, en ausencia, no moriré arrepentida.
Muerte sonrío,
Entonces ¿hoy tampoco?
Entonces nunca, respondí.
Lástima, hoy te llamare valor, me dijo.
Y así como se marchan las cosas tristes, muerte se fue y no volvió,
la he encontrado espiando en mi ventana,
y la he visto en los ojos de muchas personas,
Pero cada vez mas lejana,
Así, entendí, que por más que su sombra me persiga,
Ella me ha llamado, valor.
Y por todo lo que ame, y el amor que me dieron,
yo siempre, viviré.
O al menos, encontraré la forma de hacerlo.
Sofía Alvarenga Giosa
miércoles, 5 de diciembre de 2018
Poesía de los 1440 días
de vez en cuando acude a mi lecho,
a llorarme extasiado su admiración,
de vez en cuando, vuelve confundido pidiendo perdón.
algunas veces, cuando ya lo había entregado todo,
se sostiene rogando más,
Otras veces me propone convencido, ideales que no logro imaginar,
me habla de futuro y el porvenir,
sin embargo no ha hecho nada por permanecer en el mío.
cuando le había entregado hasta los huesos, me beso el alma,
y me rezó mil versos
jurando que me amaría eternamente, para luego
entre marcharse y quedarse, y clavarme en el pecho,
la eterna duda de su amor.
pero me ha convencido de entregarme,
tal cual cordero en sacrificio,
vertiendo a penas unas lágrimas, segura
de que alguna vez, capaz corresponda a tanto amor
que he entregado, sin darme cuenta quizás,
o tal vez intentando segura, que si más entregaba,
más amaría.
y te justificas a ti mismo, el daño que te han hecho, por tan solo,
no alejarte de tu martirio.
y termino diciendo lo siento, cuando quien lo siente verdaderamente soy yo,
No abandona mis pensamientos, y pensarlo arma un nudo en la garganta, y entre lágrimas y algo de rabia,
sigo confiada, de que aunque mi amor me cause dolor, todavía me ama.
Sofia Alvarenga Giosa